¿Qué te dice tu instinto?

¿Qué funciones desempeña nuestro intestino?

Nuestro aparato digestivo está formado por el tracto gastrointestinal, que va desde la boca hasta el ano e incluye todos los elementos intermedios (esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso), así como el hígado, el páncreas y la vesícula biliar. La función principal del aparato digestivo es descomponer los nutrientes de los alimentos para que el organismo los absorba y los utilice como fuente de energía, crecimiento y reparación celular. Esto es sólo la punta del iceberg en cuanto a la cantidad de tareas que realiza el aparato digestivo. Nuestro sistema nervioso y nuestras hormonas deben trabajar juntos para que la descomposición y la absorción de los nutrientes se produzcan adecuadamente.

¿Qué es "normal"?

El funcionamiento de nuestro intestino nos dice mucho sobre nuestra salud general. Un ritmo intestinal "normal" es de 1 a 3 deposiciones diarias fáciles de evacuar (es decir, sin esfuerzo), bien formadas (es decir, no sueltas ni acuosas) y sin sangre, mucosidad ni alimentos no digeridos (en su mayor parte). ¿Qué puede alterar una rutina intestinal "normal"? Falta de agua, sensibilidad o intolerancia a los alimentos, medicamentos, embarazo, ESTRÉS, toxinas ambientales... ¡y la lista es interminable!

¿Qué puede alterar el correcto funcionamiento del tubo digestivo?

  • Sensibilidades o intolerancias alimentarias

Empecemos por la diferencia entre una sensibilidad alimentaria y una intolerancia alimentaria, que no debe confundirse con una alergia alimentaria. Una alergia alimentaria es una reacción a una sustancia que implica al sistema inmunitario -principalmente la producción de anticuerpos IgE que provocan síntomas inmediatos como anafilaxia, erupción cutánea y otros efectos cardiovasculares, respiratorios y gastrointestinales graves, con sólo ingerir pequeñas cantidades.

La sensibilidad alimentaria puede utilizarse como término general para describir cualquier tipo de reacción adversa a los alimentos. El término sensibilidad alimentaria suele utilizarse indistintamente con el de intolerancia alimentaria, aunque son ligeramente diferentes. También puede utilizarse para describir los alimentos que provocan la liberación de anticuerpos específicos denominados inmunoglobulina G (IgG) en respuesta a la ingestión de alimentos específicos. Se cree que las sensibilidades alimentarias surgen debido a un desequilibrio en el sistema gastrointestinal que conduce a una disfunción inmunitaria provocada por la falta de variedad en la dieta. Esto puede provocar la sensibilización a estos alimentos específicos y su consumo continuado puede conducir a una mayor disfunción.

Las intolerancias alimentarias son (en su mayoría) respuestas adversas no inmunológicas a los alimentos o a sus componentes que suelen deberse a deficiencias enzimáticas o a un funcionamiento no gastrointestinal. Las intolerancias alimentarias más comunes son la lactosa, el gluten, la cafeína, los salicilatos, las aminas, los sulfatos, la fructosa y los FODMAP. Los síntomas típicos aparecerán más lentamente que una reacción alérgica alimentaria debido a los diferentes mecanismos implicados e incluyen: dolor de cabeza, migraña, fatiga, depresión/ansiedad, hiperactividad, úlceras bucales recurrentes, dolor muscular, vómitos, náuseas, úlceras de estómago, úlceras duodenales, diarrea, síndrome del intestino irritable, estreñimiento, flatulencia, hinchazón, enfermedad de Crohn, dolor articular, artritis reumatoide y edema.

No importa cuál sea la causa, si se trata de una alergia, intolerancia o sensibilidad, los cambios en la función inmune del intestino lo abren a la disbiosis como bacterias oportunistas hacen precisamente eso, tomar la oportunidad de afianzarse y crecer en exceso, lo que lleva a la inflamación - que a su vez conduce a la diarrea / estreñimiento, la reducción de la absorción de nutrientes - que puede conducir a trastornos de salud mental como la depresión, la ansiedad, los síntomas de TEA y TDAH, pérdida de cabello. Se puede ver que los efectos van lejos.

  • Embarazo

Durante el embarazo y el posparto, nuestros niveles de estrógeno y progesterona aumentan y disminuyen drásticamente. Cuando las hormonas cambian de esta manera, se altera la composición del microbioma, lo que aumenta la vulnerabilidad del intestino a los patógenos y al sobrecrecimiento bacteriano oportunista. Estos cambios conducen a una alteración de la función intestinal, que a su vez nos abre a más problemas de salud mental, enfermedades autoinmunes, trastornos de la piel...... y la lista puede continuar.

  • Antibióticos y otros medicamentos

Mucha gente ha oído que los antibióticos pueden alterar el microbioma intestinal, ya que su función es matar bacterias. Aunque matan las bacterias "malas" u oportunistas, también matan la flora bacteriana "buena" o normal y alteran el equilibrio. Además, los medicamentos como la metformina (un medicamento para la diabetes), los IBP (inhibidores de la bomba de protones utilizados para el reflujo ácido / ERGE), los ISRS (utilizados para la depresión) y los laxantes pueden alterar la flora bacteriana normal y abrirnos a la disfunción intestinal y otros problemas de salud.

  • Toxinas ambientales

Estamos expuestos a toxinas medioambientales todos los días, ya sea en el agua, el suelo o el aire, y es imposible escapar de ellas a menos que nos vayamos a vivir completamente aislados en la naturaleza y cultivemos nuestros propios alimentos. Para la mayoría, ¡ésa no es una solución factible! Aunque ya sabíamos que las toxinas ambientales pueden causar toxicidad cerebral, hepática y renal, estamos aprendiendo que estas toxinas también pueden alterar el microbioma intestinal.

  • Estrés

El estrés, otra cosa de la que la mayoría de nosotros no podemos huir del todo, sin embargo, su impacto en nuestra salud intestinal es significativo. Sabemos que el estrés puede alterar nuestra mucosa gastrointestinal (el revestimiento protector de nuestro tracto gastrointestinal), haciéndola más permeable, lo que a su vez permite que escapen partículas de nuestro sistema digestivo. Cuando estas partículas se escapan, se pueden producir anticuerpos contra estos alimentos o sus componentes. ¿Cómo se manifiesta esto en términos de síntomas? Puedes empezar a notar que los alimentos que estás acostumbrado a comer de forma regular han empezado a molestarte -quizás te causan dolor abdominal, hinchazón, niebla cerebral, erupciones- y esto ocurre cada vez con más alimentos. Además, el estrés puede aumentar la cantidad de citoquinas inflamatorias liberadas que inician una respuesta inflamatoria. Por último, el estrés también altera nuestro microbioma, lo que ya sabemos que puede provocar muchos problemas de salud. El problema con el estrés es que estos cambios en nuestra mucosa intestinal y microbioma pueden alterar la forma en que respondemos al estrés, y esto continúa hasta que rompemos el ciclo - por lo que es clave abordar tanto la alteración del microbioma como las fuentes de estrés.

¿Cómo puede manifestarse una disfunción gastrointestinal?

  • Salud mental

A estas alturas, muchos habrán oído hablar de la conexión intestino-cerebro, pero ¿qué significa esto exactamente? Nuestro intestino y nuestro cerebro se desarrollan a partir del mismo tejido durante el desarrollo fetal: uno se convierte en nuestro sistema nervioso central, que incluye el cerebro y la médula espinal, y el otro se convierte en nuestro sistema nervioso entérico, y estos sistemas nerviosos están conectados por el nervio vago. Nuestro sistema nervioso entérico, también conocido como "cerebro intestinal", contiene más células nerviosas que toda la médula espinal. Esta conexión entre nuestros sistemas nerviosos central y entérico significa que actúan el uno sobre el otro. Nuestras emociones, estrés y experiencias influyen en nuestro microbioma intestinal y, a su vez, nuestros microbios intestinales liberan señales a nuestro cerebro (incluidos neurotransmisores como la serotonina y la dopamina) que influyen en nuestras emociones, nuestra memoria y nuestro comportamiento.

  • Trastornos cutáneos

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. Si hay alguna disfunción en el organismo, es muy probable que se manifieste en la piel de alguna forma, ya sea en forma de acné, eccema, psoriasis y otros muchos trastornos cutáneos. Ahora sabemos que los factores relacionados con el estilo de vida, como la dieta y el estrés, desempeñan un papel importante a la hora de determinar cómo responde nuestro sistema inmunitario a los cambios en nuestro microbioma. Las investigaciones demuestran que una SAD (Standard American Diet) con falta de diversidad conduce a un microbioma menos diverso. Ya sea por falta de diversidad o por disbiosis, esto puede alterar la respuesta inmunitaria del organismo, provocando el desarrollo de enfermedades cutáneas como el acné, la psoriasis, la dermatitis atópica, la caspa e incluso el cáncer de piel.

  • Infertilidad

Cuando pensamos en el ciclo menstrual, no solemos relacionarlo con nuestra salud intestinal. Sin embargo, mes tras mes, las mujeres sufren síntomas debilitantes del síndrome premenstrual, como calambres, sensibilidad extrema en los senos, inestabilidad emocional, migrañas y dolor de espalda. Llega el estrobolomo. El estroboloma es un "departamento" de nuestro microbioma formado por bacterias con genes especiales que metabolizan el estrógeno y mantienen niveles estables. Cuando nuestro microbioma se altera por cualquier razón, esto alterará nuestro metabolismo del estrógeno. Cuando esto ocurre, nuestros niveles de estrógeno aumentan, alterando el delicado equilibrio de nuestras hormonas, lo que puede conducir a muchos problemas de salud que alteran la fertilidad, como la endometriosis, los fibromas y el síndrome de ovario poliquístico.

¿Qué podemos hacer?

Paso 1 - Encontrar un médico que le escuche y se tome en serio sus síntomas.
Paso 2 - Averiguar si su funcionamiento gastrointestinal es "normal".
Paso 2 - Evalúe la presencia de alteradores intestinales como sensibilidades alimentarias, medicamentos o patógenos mediante pruebas respaldadas por la investigación.
Paso 3 - ¡Tratamiento! Esto puede implicar una combinación de antimicrobianos, aglutinantes, enzimas digestivas, probióticos, factores de transferencia, prácticas para reducir el estrés y muchos otros cambios en la dieta y el estilo de vida en función de sus necesidades específicas.

Obtenga su consulta gratuita con el Dr. Masuda para saber más sobre cómo puede sanar su intestino hoy mismo.

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